Cuarto día


ABU SIMBEL - CRUVERO - FHILAE


Hemos salido a las 3 de la mañana desde Aswan dirección Abu Simbel. El templo está al lado del lago Nasser, que permite regularizar el agua del Nilo y cuya construcción obligó a trasladar los templos que vamos a visitar.





El madrugón nos ha hecho llegar los primeros y así poder ver amanecer en el lago y los colosos de Ramses con la luz anaranjada de los primeros rayos de Sol. 




 Para entender la belleza de estos gigantes de 20 metros, que te hacen sentir minúsculo, hay que recordar que su construcción  se inició aproximadamente en 1284 a. C. y duró casi 20 años. 

Pero si la entrada es impresionante, su interior también es una gran sorpresa, gracias a su alto nivel de conservación









Pero Ramsés no está solo, al lado se encuentra el templo de NEFERTARI (su mujer). Es un poco más pequeño, pero también con un alto nivel de conservación 









Tuvo que ser muy guapa


Al salir pudimos comprobar que el madrugón había merecido la pena. Estaban llegando cientos de turistas. Nosotros, en cambio, además del amanecer y su luz , habíamos podido disfrutar de los templos casi en soledad.



Tanto a la ida como a la vuelta, para llegar a Abu Simbel hay que atravesar el desierto y ha sido a la vuelta cuando hemos podido observar UN ESPEJISMO (un lago en medio del desierto), parecía real



Llegada al barco y a descansar hasta las 5:30, para ir al espectáculo de luz y sonido en el templo de PHILAE.
Como siempre las imágenes desde el barco son reconfortantes




Para ir a ver el templo, que está en una isla, hay que coger una lancha y como siempre, el trapicheo, los gritos, la organización y hasta la forma de conducir y atracar son auténticos.

La iluminación global del templo es de enmarcar y también permite visualizar cuál era la estructura arquitectónica de estos


El espectáculo cuenta parte de la historia del templo y de Egipto. Permite ver el templo de otra forma







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